1. Qué es un grupo de manipulación psicológica
Un grupo de manipulación psicológica (“secta coercitiva”) es una organización cerrada y de funcionamiento autoritario, que puede presentarse como ONG, asociación, grupo religioso, cultural, científico, político, artístico, terapéutico, etc. y en donde se exige la absoluta dedicación o devoción de sus miembros a una persona (líder), idea u objeto y en donde se aplican de forma sistemática procedimientos de influencia no ética (psicológica, control de la personalidad).
La dinámica de estas organizaciones puede provocar en sus miembros una total dependencia del grupo y/o del líder, en detrimento de sus relaciones personales y familiares, pudiendo generar diversas alteraciones psicológicas (inestabilidad emocional, incapacidad para mantener relaciones afectivas normales con personas fuera del grupo, etc.), sociales (alteración de las relaciones familiares y amistades, reducción o anulación de la capacidad para comunicarse libremente con personas externas al grupo, etc.) y físicas (alteración del sueño, desnutrición, deterioro del funcionamiento general, etc.).
Los grupos de manipulación psicológica tienden a presentarse bajo diversas formas para atraer al mayor número posible de seguidores y ocultan sus verdaderos objetivos, así como información relevante que pudiera generar desconfianza en sus futuros seguidores.
El principal objetivo de este tipo de organizaciones se centra en la obtención de poder a diversos niveles: personal, institucional, político y económico, por citar los más relevantes.
Los grupos de manipulación psicológica pueden inducir un trastorno de dependencia entre sus seguidores, con síntomas similares a los observados en otras socioadicciones o dependencias no farmacológicas (por ejemplo, dependencia interpersonal, dependencia a Internet, etc.).
2. Factores de vulnerabilidad
No existe un perfil único de “secta dependiente” que permita predecir qué persona se comprometerá con un grupo de manipulación psicológica.
Sin embargo, existen diferentes factores o situaciones de riesgo que pueden hacer a una persona especialmente vulnerable a los efectos de uno de estos grupos:
- Situaciones de crisis personal o de inestabilidad emocional, social o laboral carentes de apoyo externo adecuado.
- Inquietudes intelectuales y/o espirituales no canalizadas.
- Ingenuidad, idealismo e identidad poco consolidada.
- Personalidad de tipo pasivo dependiente.
- Aislamiento social o la soledad.
- Dificultades de adaptación social.
- Sistemas familiares disfuncionales
Ninguno de estos elementos, por sí solos, hace que una persona entre en un grupo de manipulación. Normalmente, encontraremos diversos de estos factores entremezclados en grados diversos.
Generalmente, la adhesión de una persona a un grupo de manipulación psicológica pasa por varios momentos: una primera etapa de seducción (atracción) por parte de miembros del grupo; una segunda etapa de captación, adoctrinamiento y transformación de la personalidad; y una tercera etapa de aislamiento respecto al entorno.
3. Procedimientos de manipulación psicológica
Atracción personal del reclutador.
La persona que capta ofrece amistad, seguridad y soporte a todos los niveles.
Búsqueda de puntos débiles y culpabilización.
El grupo busca los puntos débiles de la persona, y si no se encuentran se crean, para más tarde proponer cursos, retiros, charlas, lecturas y otras actividades para buscar soluciones. Asimismo, esos puntos débiles se emplean para culpabilizar a los miembros.
Programa de actividades de tipo intensivo.
Las actividades propuestas por el grupo ocupan la mayoría del tiempo de la persona y centran toda su capacidad de atención. Generalmente, no sólo el tiempo físico, sino la ocupación mental (recitar mantras, pensamiento positivo, decretos, meditaciones, oraciones, rituales, libros, seminarios, etc.).
Compromiso personal y económico.
Aunque inicialmente las actividades puedan ser gratuitas, progresivamente acostumbra a exigir un mayor compromiso personal y económico. Se compromete a las personas a que trabajen gratuitamente (distribuyendo publicidad, contactando futuros adeptos, preparando materiales y reuniones, etc.), donen sus bienes o parte de ellos, entreguen una parte o el total de su salario, etc.
Participación en actividades internas y ocultas.
Se participa en actividades y rituales con reglas obligatorias y estrictas que anulan la capacidad de decisión y generan mayor dependencia hacia el grupo. Determinadas actividades no pueden ser reveladas a personas externas al grupo.
Promoción de confesiones públicas.
Se altera la personalidad a través de la obligación de confesar al grupo los propios defectos y debilidades, para acabar mostrando al individuo que sin el grupo no hará nada.
Inducción de fobias a la salida.
Se atemoriza a la persona en el sentido de que si abandona, el grupo revelará sus secretos, su vida se verá negativamente afectada, perderá beneficios, desarrollará enfermedades, etc.
4. Posibles consecuencias
- La persona muestra fuertes sentimientos afiliativos hacia el grupo y sus miembros, sin aceptar la crítica o reaccionando con irritabilidad.
- Empiezan a detectarse cambios en la actitud hacia las personas del entorno previo (actitudes frías, distantes, mentiras o incluso actitudes hostiles).
- La persona muestra una autocrítica excesiva hacia el grupo no acorde con la realidad, hasta el punto de llegar a tolerar la explotación en distintos ámbitos (laboral, económico, sexual).
- Empieza a apreciarse un discurso monotemático.
- Se detectan cambios de comportamiento llamativos y de acorde al grupo (cambios en el cuidado personal, aficiones, conductas sexuales o lenguaje).
5. Recomendaciones
Es importante que la familia y/o sigan una serie de recomendaciones básicas para ayudar a la persona afectada:
- Mantener el contacto con la persona afectada pese a las dificultades.
- Llevar un diario de las actitudes y sucesos asociados a la vida en el grupo.
- Expresar un interés sincero por la persona afectada.
- Evitar situaciones de confrontación en relación al grupo y a la persona afectada.
- Evitar expresiones del tipo “estás en una secta” o “te están lavando el cerebro”.
- Ser neutral, no aprobar ni desaprobar el grupo.
- No pretender entrar en un análisis racional del grupo, lo que se manipula es la afectividad.
- Informarse, consultar literatura sobre el funcionamiento de estos grupos.
- Buscar ayuda de entidades especializadas en la manipulación psicológica.
- Asegurarse de la experiencia del profesional para hacer frente al problema.
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