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LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO, SUS PELIGROS Y ALCANCES

miércoles, 30 de noviembre de 2011

El lado oscuro de la economía

Fuente Church Forum, autor S. Velasco

La crisis económica de la Eurozona aparece constantemente en los medios. Y también es noticia la crisis alimentaria en el Cuerno de África. ¿Qué pasa con el sistema económico mundial, que no resuelve la pobreza de tantas naciones?

El problema económico contemporáneo es muy complejo y abarca ámbitos muy diversos, que no se limitan a las leyes del mercado. En lo más profundo de esta crisis financiera hay un "factor ético", que por ser no-económico, pocas veces es tomado el cuenta. Sin embargo, la reciente crisis económica de Grecia, lo ha puesto de manifiesto, como lo muestra un informe publicado por el diario español "El País" [Artículo: "Las claves de la crisis griega"].

Ahí se explica que "durante los últimos años, el Gobierno griego maquilló sus deudas, presentando a la Unión Europea unos informes que no reflejaban la gravedad de la situación. La cruda realidad llegaría a finales de 2009, cuando (…) Yorgos Papandreu (…) ponía al descubierto la dramática realidad económica de su país con un déficit público superior a lo anunciado sobre el 13% del PIB".

Antonio Argandoña, Profesor de la prestigiada IESE Business School, afirma que se trata de "una crisis causada por la codicia, entendida no como la simple búsqueda de beneficios, sino como la perversión del legítimo derecho al lucro". Explica que desde siempre se han empleado mecanismo de control no para evitar la codicia, sino para que ésta no degenerase en fraudes y corrupción. Pero ahora, dice, esto ha cambiado, porque esos mecanismos han dado pie a la corrupción, y documenta hasta seis "conductas inmorales" que originaron la actual crisis financiera.

Como se puede apreciar, no todo son leyes del mercado. También ha jugado un papel importante la falta de ética, pero no ha surgido ninguna voz civil o política con peso internacional que lo denuncie. Ha sido el Papa Benedicto quien ha tomado la iniciativa de advertir de este mal, en su encíclica "Cáritas in veritate" (29.VI.2009).

Mons. Dominique Mamberti, en su discurso ante la asamblea general de la ONU: Recientemente, un alto funcionario de la Santa Sede, Mons. Dominique Mamberti, disertó sobre esta crisis ética en la LXVI Asamblea General de la ONU (27.IX.2011). Afirmó que "todos sabemos que un elemento esencial de la crisis actual es el déficit de ética en las estructuras económicas". Y sostuvo que "la economía ya no puede funcionar solamente por una autorregulación del mercado, y menos aún, por los acuerdos que se limitan a conciliar los intereses de los más poderosos". Por esa razón, la economía "necesita una razón de ser ética, con el fin de funcionar para el hombre" .

Mamberti explicó que "la idea de producir bienes y servicios (…) de una manera estratégica (…) sin buscar con esas acciones hacer el bien, es decir, sin una ética, se ha revelado una ilusión ingenua o cínica, siempre fatal. Cada decisión económica tiene una consecuencia moral". Por eso, concluyó que "la economía necesita una ética (…) centrada en la persona y capaz de ofrecer perspectivas a las nuevas generaciones".

El sistema económico actual tiene un lado muy oscuro: la codicia. Por eso, hoy mismo es urgente una nueva y profunda reflexión sobre el sentido de la economía y de sus objetivos, y establecer un sistema nuevo, que tenga como base la ética, y considere siempre la solidaridad y el desarrollo de todos los pueblos. ¿No será esto una utopía? El colapso de la Eurozona, la hambruna el Cuerno de África y la corrupción en México, gritan que no lo es, que ya es hora de incluir la ética en la economía.

lunes, 7 de noviembre de 2011

La Ideología de Género

Autor: Jorge Scala

En el lenguaje se define el género masculino o femenino de las palabras, de manera arbitraria -es decir, sin que tenga relación alguna con la sexualidad, por ejemplo: la mesa es de género femenino y el vaso es de género masculino, sin que en ninguno de ambos casos, haya connotación sexual alguna-. Extrapolando esto a los seres humanos, se pretende sostener que hay un sexo biológico, que nos es dado y, por ende, resulta definitivo; pero -a la vez-, toda persona puede construir libremente su sexo psicológico o “género”.

Al comienzo, se usan los términos sexo y género, de modo intercambiable, como si fueran sinónimos y luego, cuando la gente se acostumbró a utilizar la palabra género, se le va añadiendo, imperceptiblemente, el nuevo significado de “sexo construido socialmente”, por contraposición al sexo biológico. El proceso final, es el común de los mortales hablando de género, como una autoconstrucción libre de la propia sexualidad. Y el cerebro ya quedó lavado…

Esa libertad para “construir” el propio “género”, se interpreta como autonomía absoluta, en dos sentidos simultáneos: 1º) cada uno interpreta como quiere qué es ser varón y qué es ser mujer; interpretación que, además, podrá variar cuantas veces el sujeto lo estime conveniente; y 2º) cada persona puede elegir hoy y ahora, si quiere ser varón o mujer -con el contenido subjetivo que ella misma haya dado a esos términos-, y cambiar de decisión cuantas veces le plazca. A esa elección absolutamente autónoma, la denominan “opción sexual”.

Ahora bien, en la “construcción del género”, interviene también la percepción que el resto de la sociedad tiene, sobre lo que es ser varón o ser mujer. Y esto crea una doble interacción: por un lado, cada persona con su concepción del género, influye en la sociedad; y por el otro, la sociedad toda influye en lo que cada persona percibe, como el contenido del género. Por esto se afirma que el género sería: el “sexo socialmente construido”.

Otro aspecto que importa subrayar, es que si el género se construye autónomamente, no tienen sentido -es más, serían ideas perniciosas-, las concepciones de la complementariedad de los sexos y, por ende, la norma de la heterosexualidad en las relaciones humanas. El matrimonio sería una opción para quienes la quieran, pero es una opción más, de igual valor que la cohabitación sin compromisos, las relaciones ocasionales, la prostitución, la homosexualidad, la pederastia, el bestialismo, etc. Cada uno elige autónomamente lo que quiere y le gusta, y no sólo nadie debe impedírselo, sino que el Estado debe facilitarle los medios a cada persona, para satisfacer sus instintos sexuales a su gusto, sin correr el riesgo de un “embarazo no deseado”, o de contraer una enfermedad sexualmente transmitida. El único límite es la violación de la “libertad sexual” de un tercero. Estos son los “derechos sexuales y reproductivos”, reivindicados por el feminismo fundamentalista.

La “desigualdad de género” sería la que ocurre, cuando los varones están a cargo de la vida pública, el poder y el trabajo; y las mujeres de la vida privada y la procreación; ésta impide a las mujeres participar en la vida pública y, por ende, tener poder. Esto explica que la maternidad, es vista como un mal por el feminismo radical, y por eso reivindica el “derecho” al aborto. El “empoderamiento” de la mujer, tendería a superar la “desigualdad de género”, haciéndola participar del poder y la vida pública.

Por contraposición la “igualdad de género”, implicaría que mujeres y varones somos iguales, pero en sentido de idénticos, y no en el tener igual dignidad y derechos. Esto es una consecuencia del presupuesto antropológico, según el cual todo ser humano podría -con autonomía absoluta-, elegir su propio género, ya que esto vale tanto para varones como para mujeres. Por ello, la diferencia biológica sexual, es percibida casi como una provocación a la confrontación -mujeres boxeadoras o futbolistas-, y no como un llamado a la complementariedad.

Otros vocablos derivados de esta ideología, y que tienen un significado preciso, son el “sexismo” y la “homofobia”. El “sexismo” sería poner cualquier límite a la conducta sexual -por ejemplo, penalizar la prostitución, la pornografía, la esterilización voluntaria, la homosexualidad, etc.; esas serían leyes “sexistas”-. Si cada uno construye su género autónomamente, y no hay leyes de la naturaleza, es tan válido ser heterosexual que homosexual, bisexual, transexual, travestido, transgénero, y todas las perversiones inventadas o a inventarse.

La “homofobia”, sería considerar que las relaciones naturales entre los seres humanos, son las heterosexuales. Eso sería tener fobia a la igualdad -entendida como identidad- entre los géneros… En definitiva, se trata de imponer una nueva antropología, que es el origen de una nueva cosmología, y promueve un cambio total, en las pautas morales de la sociedad.

Las consecuencias sociales e institucionales de la ideología de género:

Resulta fácil advertir las consecuencias en la familia y en la sociedad, en caso que se llegara a imponer la ideología de género, en la cultura popular de nuestro pueblo argentino. Evidentemente, si cada quien “construye” con autonomía absoluta su sexualidad psicológica, sin ninguna relación con la biológica, entonces:

a) No existiría más el matrimonio, porque toda unión sexual tendría igual valor;

b) No existiría más la familia, porque cualquier clase de unión sexual sería el origen de un nuevo “tipo” de familia. Si todo es familia, a la postre, nada es familia…

c) No habría más varón ni mujer, todos seríamos andróginos, porque si cualquiera le da el contenido que quiere a la feminidad y la masculinidad, sin que nadie pueda objetarlo, entonces ya no existiría más esa distinción, sólo reservada a lo biológico.

d) La entrega gratuita de contraceptivos, las esterilizaciones voluntarias, la instrucción genital en las escuelas y el aborto, pasarían a ser considerados derechos humanos fundamentales -los derechos sexuales y reproductivos-.

e) Terminaría colapsando la misma sociedad, por la destrucción de su célula básica -la familia, basada en el matrimonio heterosexual, monogámico e indisoluble o, al menos, estable-.

sábado, 29 de octubre de 2011

Población alcanzó los 7 mil millones: ¿es algo para celebrar?

Fuente: www.lapop.org

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Steven W. Mosher

por PRI Staff
Con el ruego de su publicación
Octubre 25, 2011
Contacto Sergio Burga, sergioburga@lapop.org
00(51) 988616739

WASHINGTON, DC — Steven W. Mosher, Presidente de Population Research Institute, ofrecerá una Conferencia de Prensa comentando el nacimiento del habitante 7 mil millones. El evento se realizará en el National Press Club en Washington DC, el día lunes 31 Octubre del 2011.

El Fondo de Naciones Unidas para la Población (UNFPA por sus siglas en inglés) ha pronosticado que el 31 Octubre del 2011 será el día que el mundo reciba al habitante 7 mil millones. “Este es un día para celebrar” afirma Mosher, experto en población y autor de un best seller en el tema. “La población mundial se ha más que duplicado desde 1960 y la humanidad nunca ha sido tan próspera.”

UNFPA, apoyada por grupos ambientalistas radicales y por organizaciones asociadas al control natal y aborto, viene usando una vez más la ocasión para promover el mito de la sobrepoblación y recolectar fondos para proyectos antinatalistas. “La mentalidad antinatalista es arrogante y elitista” señala Mosher. “El mensaje que los líderes de países ricos le ofrecen a los africanos, asiáticos y latinoamericanos es claro: ‘Hay suficientes de nosotros y demasiados de ustedes’”.

Según Mosher, “Contrariamente a lo que ha podido escuchar por ahí, el problema más agobiante que existe para la mayoría de países no es la sobrepoblación, sino el despoblamiento. En una época que debería estar caracterizada por la austeridad fiscal, la última cosa que necesitamos es gastar los recursos del Estado para bajar las tasas de natalidad. De esa manera lo que provocamos es reducir el monto del capital humano disponible y hacernos más pobres a todos en el largo plazo”.

“En el PRI estamos muy contentos con la llegada al mundo del bebé 7 mil millones” Mosher añade. “El bebé 7 mil millones, niño o niña, blanco o negro, cobrizo o amarillo no es un problema sino un recurso. No es una maldición sino una bendición para todos nosotros. El problema a largo plazo de la humanidad no es que vaya a haber demasiados niños sino que va a haber muy pocos”.

El análisis de las tendencias demográficas que hace Mosher es una sólida crítica a los sesgos ideológicos del Informe sobre el Estado de la Población Mundial 2011 de UNFPA. UNFPA se encuentra actualmente en riesgo de perder los fondos que recibe del gobierno norteamericano por su permanente apoyo a la imposición de la política de un solo hijo en China. Las investigaciones del PRI han demostrado reiteradamente que UNFPA es cómplice de una política que se lleva a cabo por medio de esterilizaciones y abortos forzados y que a la fecha ya ha eliminado a 400 millones de chinos.

La conferencia de Prensa se llevará a cabo en el salón Zenger del National Press Club y se iniciará a la 1 p.m.

Steve Mosher es el Presidente del Instituto de Investigación en Población (Population Research Institute), una organización sin fines de lucro dedicada a desmontar la falacia de la sobrepoblación en el mundo.
(c) 2007 Population Research Institute.

Para suscribirse a la versión en español del Informe Semanal envíe un correo electrónico a:  boletin@lapop.org

Nada de lo escrito aquí debe ser interpretado como un intento de ayudar u obstaculizar la aprobación de un proyecto de ley en el Congreso.

El Instituto de Investigación en Población (Population Research Institute) está dedicado a terminar con los abusos contra los derechos humanos cometidos en nombre de la planificación familiar y acabar con los contraproducentes paradigmas sociales y económicos derivados de la falacia de la "sobrepoblación".

En América Latina puede contactarse con:

Carlos Polo Samaniego
Director de la Oficina de América Latina
Correo Electrónico: carlospolo@lapop.org
Teléfono: (511) 4365835

sábado, 15 de octubre de 2011

Conquista y evangelización de América

Fuente: Argentinos Alerta

12 de Octubre: Conquista y evangelización de América

Se cumplen hoy 519 años del descubrimiento de América. Con los aires progresistas que se respiran, lo políticamente correcto es criticar la gesta hispánica a la que se atribuyen cientos de millones de indígenas muertos. ¿tiene ésto sustento histórico? ¿Es la Iglesia Católica la responsable de supuestos genocidios? Analizamos en este artículo la "leyenda negra" anticatólica y antiespañola.

Desgraciadamente es demasiado habitual ver cómo auténticos desconocedores de la historia relacionan a la Iglesia Católica con supuestos genocidios y robos llevados a cabo por un imperio "saqueador y sanguinario" como el español en los siglos XV y siguientes en la recién descubierta América [1].

En primer lugar analizaremos esta "leyenda negra" que es, a la vez, anticatólica y antiespañola y que tiene como creadores a los historiadores y propagandistas protestantes a causa del enfrentamiento político, comercial y religioso que oponía a los países anglosajones con la católica España [2]. Como en toda guerra, el enemigo lanza campañas psicológicas tanto de desinformación como de falsificación de la realidad. Estos escritores se esforzaron por inventar mil ejemplos de la vileza y perfidia española, y difundieron por Europa la idea de que España era la sede de la ignorancia y el fanatismo.

Lo triste del tema es que esta leyenda, a pesar de sus pocos fundamentos, pervive aún en nuestros días, sobre todo en lo que se refiere a la usurpación de las tierras, el genocidio indígena y la sed de oro. Se dice que España se apropió de las tierras indígenas en un acto típico de rapacidad imperialista, pero la verdad es que, antes de la llegada de los españoles, los indios no eran dueños de ninguna tierra sino esclavos de unos caciques despóticos tenidos por divinidades supremas [3]. Carentes de cualquier legislación que regulase sus derechos laborales, el abuso y la explotación eran la norma, y el saqueo y el despojo las prácticas habituales. Impuestos, cargas, retribuciones forzadas y pesados tributos fueron moneda corriente en las relaciones indígenas previas a la llegada de los españoles. El más fuerte sometía al más débil y lo atenazaba con escarmientos y represalias.

Los principales dueños de la tierra que encontraron los españoles (Mayas, Incas, Aztecas) [4] lo eran a expensas de otros dueños a quienes habían invadido y desplazado. Esta es la razón por la que una parte de las tribus indígenas se aliaron con los conquistadores, procurando su protección y el consecuente resarcimiento.

La verdad es que, sólo a partir de la conquista, los indios conocieron el sentido personal de la propiedad privada y la defensa jurídica de sus obligaciones y derechos. Se fundó la Posesión Territorial, que insistía en la protección que se debía dar a los nativos garantizando y promoviendo un reparto equitativo de precios y atendiendo a los posibles abusos y querellas, al igual que sancionando duramente a sus mismos funcionarios si incumplían las leyes [5].

Se creó la Encomienda, que fue la gran institución para la custodia de la propiedad y de los derechos de los nativos. Por la Encomienda el indio poseía tierras particulares y colectivas sin que pudieran arrebatárselas impunemente, organizando, a su vez, su propio gobierno local y regional. Por lo tanto, vemos que no es España la que despojó a los indios de sus tierras, sino que les inculcó el derecho de propiedad para restituirles sus heredades asaltadas por los poderosos y sanguinarios estados tribales. España es también la que los guardó bajo una justicia divina y humana, la que los puso en paridad con sus propios hijos e incluso en mejores condiciones que muchos campesinos y artesanos europeos [6].

Algo muy distinto fue lo que ocurrió en las tierras conquistadas por los protestantes. Así como la corona católica no organizó su imperio americano en colonias, la protestante sí lo hizo [7]. De hecho, el rey de España nunca se ciñó la diadema de Emperador de las Indias, pero sí el monarca inglés hasta principios del siglo XIX. Los protestantes se sintieron autorizados a poseer sin problemas ni limitaciones toda tierra, ya fuese recurriendo a la expulsión o a la aniquilación. En el Norte los ingleses y luego el imperio federal de los Estados Unidos se consideraron siempre como propietarios absolutos de todos los territorios ocupados y por ocupar. La tierra era cedida a quien pagase el precio convenido, y a los colonos les correspondía el derecho de alejar o exterminar a los habitantes originarios, a veces con la ayuda del ejército si era necesario. Esto era algo impensable para los católicos.

Mucho peor todavía es la acusación de genocidio que se hace a los españoles y a la Iglesia Católica. Es cierto que murieron muchos indios con la llegada de los conquistadores, pero esto no se debió a las armas españolas que, por cierto, al ser de fuego solían fallar a menudo por la geografía y el clima, sino a los letales virus provenientes del Viejo Mundo. Al no tener inmunodefensas para hacer frente a las nuevas enfermedades morían en grandes cantidades. Por su parte, también los europeos sucumbieron mortalmente ante enfermedades tropicales para las que sus cuerpos no estaban preparados.

Pero si queremos hablar de crímenes podemos comentar los cometidos por los indios dominantes sobre los dominados antes de la llegada de los españoles. Algunos autores indigenistas cuentan que en 1487 se sacrificaron dos mil jóvenes, en sólo un día, para la inauguración del gran templo azteca, veinte mil muertos en dos años de construcción de la pirámide de Huitzlo-pochtil, e innumerables las muertes provocadas por las llamadas guerras floridas y el canibalismo. Gracias a la llegada de los conquistadores y, sobre todo, al Cristianismo, las liturgias y los ritos sangrientos se terminaron, evitando así un holocausto, esta vez sí, real.

Y sin dejar el tema del genocidio no podemos evitar echar una mirada a la América anglosajona y protestante donde, en la actualidad, los pocos indios que quedan no proceden de las zonas por ellos colonizadas, sino de los territorios comprados a España o usurpados a México. ¿Qué ocurrió entonces con los indios del Norte protestante? Como tantas veces pasa en este tema de los ataques a la Iglesia, casi siempre el que acusa es el que más tiene que callar, ya que en sus colonias sí podemos hablar de un auténtico genocidio entre los siglos XVII y XIX, donde se exterminaron casi por completo a los aborígenes. La mejor prueba de ello es que apenas hubo un mestizaje, algo que sí ocurrió de forma abundante en las tierras conquistadas por los católicos españoles [8].

En nuestros días, la población indígena en territorio anglosajón constituye, aproximadamente, un millón y medio de personas. Esta cifra es aún mucho más triste si se considera que para constituir este registro basta con tener una cuarta parte de sangre indígena. La situación en territorios hispanos es exactamente la contraria. En las regiones mejicanas, andinas y amazónicas, casi el noventa por ciento de la población desciende directamente de los antiguos habitantes o es fruto de la mezcla de indígenas con conquistadores.

Y no sólo esto: mientras la cultura norteamericana y canadiense no debe a la indígena más que algunas palabras, ya que se desarrolló a partir de sus orígenes europeos sin que se practicase algún intercambio con la cultura primera, en la América hispano-portuguesa, la mezcla no fue sólo demográfica sino que dio origen a una riqueza cultural nueva e inconfundible. Esto obedece, más allá de los estudios culturales existentes en las diferentes regiones y a la cooperación que prestaron los pueblos indígenas a los conquistadores, a una perspectiva religiosa muy diferente. Para los católicos, lo más natural era casarse con la población indígena, a quienes veían como hermanos e iguales. En cambio, los protestantes estaban animados por un fuerte sentido de superioridad. Y si agregamos el sentido de predestinación de la Reforma de Lutero y Calvino -los pobres están destinados a la condenación, y los prósperos a la salvación- se sigue que, si el indígena es subdesarrollado, es porque está predestinado a la condenación, mientras que si el blanco está desarrollado está predestinado a la salvación. Visto así, cualquier pretensión de mezcla se ve como una violación grave del plan de la Providencia.

A modo de curiosidad, acordémonos de la práctica de arrancar el cuero cabelludo que se difundió en el territorio de lo que hoy es Estados Unidos a partir del siglo XVII, cuando los colonos blancos comenzaron a ofrecer fuertes recompensas a quien presentase el cuero cabelludo de un indio, fuera hombre, mujer o niño. La caza de indios, organizada a caballo y con jaurías de perros, no tardó en convertirse en un lucrativo deporte nacional. Si en la América católica alguien hubiese tratado de negociar con cueros cabelludos indios, habría provocado la más grande indignación de los religiosos y habría sido castigado con penas severas que los reyes habían dispuesto para tutelar los derechos de los indios. Podemos asegurar que, exceptuando los excesos e injusticias de algunos particulares, allá donde estuvo la Iglesia Católica no hubo racismo [9].

En cuanto al tema de la sed de oro, donde se dice que la llegada y la presencia hispánica no tuvo otro fin superior al fin económico, concretamente al propósito de quedarse con los metales preciosos americanos. Por supuesto, esto tampoco es cierto porque, aunque los propósitos económicos de la conquista realmente existieran, y en aquella época eran considerados lícitos por todos los países y creencias, el objetivo último y más importante para la Iglesia Católica era el de descubrir tierras nuevas donde llevar el mensaje de Cristo. Además, no podemos olvidar que en ningún momento se dejó a nadie en la ruina, ya que con la llegada de los conquistadores las condiciones de los indígenas mejoraron y llegaron a ser notablemente superiores a los asalariados europeos. Lo cierto es que toda América fue beneficiada por la minería.

No podemos terminar este tema sin hablar, al menos brevemente, de un personaje de singular importancia: Bartolomé de las Casas quien, después de ser un hombre de no muy loable conducta, tuvo una importante conversión religiosa determinada por los sermones de denuncia de las arbitrariedades de los colonos (entre los que él mismo se encontraba) pronunciados por religiosos, lo cual confirma la vigilancia evangélica ejercida por el clero regular. Con el tiempo se ordenó sacerdote y después entró en la orden de los Dominicos, dedicando el resto de su vida a defender la causa de los indígenas ante las autoridades de España. Tras su insistencia, las autoridades de la Madre Patria atendieron sus consejos y aprobaron severas leyes de tutela para los indígenas.

Lo cierto es que esta protección de la corona a los indios tuvo un efecto negativo, y es que algunos proletarios españoles, necesitados de mano de obra, comenzaron a prestar atención a los holandeses, ingleses, portugueses y franceses que ofrecían esclavos importados de África, capturados por los árabes musulmanes.

La trata de negros (colosal negocio prácticamente en manos de musulmanes y protestantes), sólo afectó de forma marginal a las zonas bajo dominio español, en especial, casi en exclusiva, a las islas del Caribe. Es raro (excepción en Cuba que sufrió mucha de dependencia de Estados Unidos en el s. XIX) encontrar negros en las zonas colonizadas por españoles, a diferencia del Sur de los Estados Unidos, Brasil o las Antillas francesas e inglesas.

En un principio, personajes con pocos escrúpulos pudieron explotar impunemente a los esclavos negros pero, con el tiempo y la presión de los religiosos, también a ellos les iba a llegar una ley española de tutela, cosa que no ocurrió en los territorios protestantes hasta muy entrado el siglo XX. Ciertamente, había católicos españoles que cometieron excesos, pero utilizar estos casos aislados ¡como siempre! para atacar a una religión y a un país que hicieron mucho bien en aquellas tierras, demuestra una vez más de qué pasta están hechos los enemigos de nuestra fe.

No podemos pasar al tema siguiente sin hacer una importantísima aclaración. Puede haber dado la impresión en algunos momentos de haber querido atacar algunas confesiones y religiones distintas a la nuestra, como son las islámicas, las civilizaciones precolombinas y las iglesias protestantes. Nada más lejos de la realidad.

Al igual que al referirnos a la historia de la Iglesia Católica, debemos tener presente en todo momento el contexto histórico en el que se desarrollan los hechos; al hablar de los errores e injusticias cometidos por estos hermanos, es nuestra obligación hacer lo mismo.

El ser humano es imperfecto sea cual sea su cultura, mentalidad o religión, y no hay injusticia mayor que cargar a todos con las culpas de unos cuantos, olvidando, además, los factores externos que influyen en las diversas actuaciones llevadas a cabo. Y peor aún, si cabe, es seguir culpando a las personas del presente por los errores cometidos por otros en el pasado. Pero sí debemos reconocer que hemos tenido una clara intención al relatar los hechos mencionados, y no es otra que la de hacerse preguntar al lector el porqué de los ataques, solo y exclusivamente a la Iglesia Católica, cuando la realidad es que todas las confesiones, credos, ideologías, culturas, etc., a lo largo de la Historia, han cometido errores.

¿Qué tiene nuestra Iglesia para ser el principal objetivo de todos los ataques?
[1] La forja del Nuevo Mundo. Huellas de la Iglesia en la América española, María Saavedra Inaraja. Sekotia 2008
[2] La leyenda negra anticatólica y antihispánica. Álvaro de Maoturna.
[3] Tres lugares comunes de las leyendas negras, Antonio Caponnetto. Conferencia, Buenos Aires, 1992.
[4] Mayas, Incas y Aztecas oprimían a Garios, Tlaxaltecas, Cempoaltecas, Zapotecas, Otomíes, Cañaris, Huancas, etc.
[5] Tres lugares comunes de las leyendas negras, Antonio Caponnetto. Conferencia. Buenos Aires, 1992.
[6] Tres lugares comunes de las leyendas negras, Antonio Caponnetto. Introducción, Madrid, 2008. www.arbil.org
[7] Leyendas negras de la Iglesia, Vittorio Messori, Ed. Planeta, col. Testimonio, 1999.
[8] Leyendas negras de la Iglesia, Vittorio Messori, Ed. Planeta, col. Testimonio, 1999.
[9] Leyendas negras de la Iglesia, Vittorio Messori, Ed. Planeta, col. Testimonio, 1999.

CATOLICOS SIN COMPLEJOS, por José González Horrillo, Editorial Sekotia, 4ta Edición (2010), Madrid. ISBN: 978-84-96899-81-0

Plegaria que recitaban al alba los navegantes de Colón

“Bendita sea la luz
y la Santa Veracruz
y el Señor de la Verdad
y la Santa Trinidad.
Bendita sea el alba
y el Señor que nos la manda.
Bendito sea el día
y el Señor que nos lo envía”.
Amén.

La leyenda negra española en América

Hito políticamente correcto contra la civilización occidental: la «leyenda negra» española en América, que ha terminado calando incluso entre los propios españoles. En lo que concierne a la conquista y evangelización de América, la leyenda negra es especialmente atroz: España hizo un genocidio en América, redujo a los indios a la esclavitud, la Inquisición los torturó. ¿Qué hay de verdad y qué de mentira? Vamos a poner los puntos sobre las íes. Por supuesto que los españoles cometimos abusos: no vamos a cambiar una leyenda negra por una leyenda rosa. Pero debe quedarnos claro que las tres imputaciones de la leyenda negra —genocidio, esclavitud, Inquisición— son falsas.

1) Genocidio

Empecemos por el genocidio. La acusación dice así: los españoles exterminaron a decenas de millones de indios. Hay quien dice que hasta noventa millones: «El mayor genocidio de la historia». ¿En qué se basa esta acusación? En datos que proceden de la propia época. Luego veremos que son datos equivocados, pero durante mucho tiempo se consideraron indiscutibles. Uno, muy concreto, son los censos de población india realizados por los españoles en el siglo xvi, que reflejan una reducción brutal del número de nativos. Por ejemplo, los taínos de Santo Domingo pasaron de 1.100.000 en 1492 a apenas 10.000 en 1517. Es decir, en un cuarto de siglo había prácticamente desaparecido la población precolombina de Santo Domingo y las Antillas. ¡Un millón noventa mil muertos en sólo veinticinco años! Esas cifras se extrapolaron después al resto del continente. Sorprende que un número exiguo de españoles fuera capaz de matar a tanta gente en tan poco tiempo, pero, al fin y al cabo, hay un testimonio de la época que lo afirma con toda claridad: el del dominico Fray Bartolomé de las Casas, que contrapone la mansedumbre de los indios a la crueldad de los españoles.

Los reyes españoles, los primeros defensores de los Indios. Capítulo XII del testamento de Isabel la Católica: «Por cuanto al tiempo que nos fueron concedidas por la Santa Sede Apostólica las islas e tierra firme del mar Océano, descubiertas e por descubrir, nuestra principal intención fue, al tiempo que lo suplicamos al Papa Alejandro sexto de buena memoria, que nos hizo la dicha concesión, de procurar inducir e traer los pueblos de ellas e los convertir a nuestra Santa Fe católica, e enviar a las dichas islas e tierra firme del mar Océano perlados e religiosos e clérigos e otras personas doctas e temerosas de Dios, para instruir los vecinos y moradores de ellas en la Fe católica, e les enseñar e doctrinar buenas costumbres e poner en elfo la diligencia debida, según como más largamente en las Letras de la dicha concesión se contiene, por ende suplico al Rey, mi Señor, muy afectuosamente, e encargo e mando a la dicha Princesa mi hija e al dicho Principe su marido, que así lo hagan e cumplan, e que este sea su principal fin, e que en ello pongan mucha diligencia, e non consientan e den lugar que los indios vecinos e moradores en las dichas Indias e tierra firme, ganadas e por ganar, reciban agravio alguno en sus personas e bienes; mas mando que sea bien e justamente tratados. E si algún agravio han recibido, lo remedien e provean, por manera que no se exceda en cosa alguna de lo que por las Letras Apostólicas de la dicha concesión nos es infundido e mandado».

Irrefutable, ¿no? Pues no. Primero, las cifras del genocidio son imposibles: ¿Noventa millones de muertos en un siglo y pico a manos de sólo 200.000 españoles? Eso cuadra mal. ¿Un millón de muertos en poco más de veinte años, en un solo sitio, las Antillas, y en el siglo xvi, a base de ballesta y arcabuz? Es impracticable, sobre todo si tenemos en cuenta que los Reyes Católicos habían dado órdenes muy estrictas de tratar bien a los indígenas. Por otro lado, ¿quién hizo el censo? ¿Son fiables esas cifras? Respecto a Las Casas, ¿por qué denuncia tantos crímenes y, sin embargo, nunca dice dónde ni cuándo se produjeron, como tampoco da el nombre del criminal? Y además, si esto pasó en América, ¿por qué no pasó en Filipinas, donde no hay noticia de genocidio alguno? Aún peor: Las Casas logró su objetivo y en 1547 la Corona prohibió el sistema de encomiendas, que según fray Bartolomé era la causa de las muertes, pero los indios siguieron muriendo. ¿Por qué? Nada encaja. Vamos a explicar lo que pasó de verdad.

Primero, los censos no valen. Eso lo ha defendido recientemente una norteamericana, Lynne Guitar, de la Universidad de Vanderbilt, que fue a Santo Domingo a estudiar la historia de los taínos y se quedó allí: hoy es profesora del Colegio Americano en Santo Domingo. Y la profesora Guitar descubrió que los censos no es que no sean fiables, sino, más aún, que son inútiles: cuando un indio se convertía al cristianismo y vivía como un español, o más aún si se mestizaba, dejaba de ser censado como indio y era inscrito como español. Y sí luego venía otro funcionario con distinto criterio, entonces volvía a ser inscrito como indio, y así hay casos de ingenios de azúcar donde los indios pasan de ser unos pocos cientos a ser 5.000 en sólo dos años. Para colmo, los encomenderos —los españoles que regentaban tierras y explotaciones— mentían en sus censos, porque preferían trabajar con negros, a los que podían esclavizar, que con indios, de manera que sistemáticamente ocultaban las cifras reales. Es decir que las cifras censales de los indios en América, en el siglo xvi, son papel mojado.

¿Mentía entonces fray Bartolomé al hablar de aquel exterminio? Quizá no a conciencia. Las Casas vio graves casos de crueldad. Y vio también muertos, muchos muertos. Era fácil conectar una cosa con otra. Pero hoy sabemos que la gran mayoría de aquellos muertos, que sin duda se contaron por cientos de miles —no por millones—, fueron causados por los virus, algo que ningún español del siglo xvi podía conocer. También sobre esto hay estudios incontestables. Desde muy pronto se pensó en la viruela; se sabe que hizo estragos en Tenochtitlán y después en Perú mucho antes de aquí llegaran los españoles. Estudios posteriores, como el del doctor Francisco Guerra, señalan sobre todo a la gripe porcina, la llamada «influenza suina». El hecho es que los indígenas americanos, que habían vivido siempre aislados del resto del mundo, recibieron de repente y en muy pocos años el impacto combinado de todos los agentes patógenos difundidos por los buques europeos, sus cargamentos, sus animales, sus pasajeros.

Hace poco, un investigador de la Universidad de Nueva York, Dean Snow, precisaba que la gran mortandad no tuvo lugar en el siglo xvi, sino después, cuando empezaron a llegar niños, es decir: tosferina, escarlatina, sarampión; fue letal. Del mismo modo que el primer establecimiento español en América, el fuerte Navidad, fue diezmado por las fiebres, así también los indios, en gigantescas proporciones, fueron diezmados por los virus. Virus que sus cuerpos desconocían y que no pudieron resistir. ¿Recordamos algún caso más reciente? Entre los años 1918 y 1919, la llamada «gripe española» causó la muerte de más de treinta millones de personas en todo el mundo. Lo de América no fue inusual De manera que hubo, sí, una mortalidad mayúscula de indios en América, pero no fue un genocidio. Un genocidio requiere que haya voluntad de exterminio. Eso no pasó en la América española. Y aunque hubo encomenderos brutales, no hubo genocidio. Quede claro.

2) Esclavitud

¿Hubo encomenderos brutales? Sí, y esto nos lleva al segundo punto de la leyenda negra, a la segunda acusación, que es la de la esclavitud: los españoles esclavizaron a los indios. Que también es falsa. ¿Por qué los españoles no podían esclavizar a los indios? Lo dijo la reina Isabel en su testamento: a los indios había que llevarles la fe y tratarlos como a cristianos. Por eso no se los podía esclavizar. Eso sí, pongámonos en la piel de cualquier español del siglo xvi que pasa a América: ha arriesgado su vida, ha conquistado tierras y se encuentra con que no puede tener esclavos. ¿Cómo que no? Todos tienen esclavos: los portugueses, los árabes; pronto los ingleses, los holandeses, los franceses. No valoramos suficientemente el enorme impacto psicológico que debió de ser aquella prohibición en una época donde la esclavitud seguía siendo una institución social vigente. Pero Carlos I lo subrayó con toda claridad en las Leyes de Indias: quedaba prohibido esclavizar a la población indígena.

Esas leyes no eran papel mojado. La crónica está plagada de casos en los que no sólo encomenderos, sino también funcionarios reales de alto nivel, fueron investigados por la justicia, apresados, conducidos a España, juzgados, encarcelados e incluso ejecutados por los abusos cometidos. La protección de los indios no era una mera declaración de intenciones. La pregunta, eso sí, es por qué tuvo que actuar tantas veces la justicia. Y es que a la gente de aquel tiempo debió de costarle mucho entender las normas sobre el particular. De hecho, toda la historia del siglo xvi en América puede escribirse como una pugna permanente entre quienes querían tratar a los indios como esclavos, que no fueron pocos, y quienes velaron continuamente para impedirlo. Y lo impidieron.

Los indios fueron sometidos a un régimen de servidumbre semejante al que se aplicaba en Europa. Un régimen verdaderamente durísimo, con jornadas eternas y una retribución miserable. Hoy nos parecería insoportable, y lo era: es difícil saber cuántos indios —seguramente, miles— murieron exhaustos en las encomiendas o, después, en las minas. Pero no eran esclavos: eran libres y podían disponer de sus vidas. Las leyes, año tras año, rey tras rey, lo garantizaron una y otra vez. Precisamente por eso comenzó la importación de esclavos negros, vendidos por los mercaderes árabes y por las tribus africanas. ¿Por qué no se podía esclavizar a los indios? Porque eran cristianos. ¿Lo eran? Esto nos lleva al tercer punto de la leyenda negra española en América: que la Inquisición torturó a los indios para convertirlos a la fe. Y también esto es falso.

3) Inquisición

La conversión de los indios fue obra, sobre todo, de misioneros franciscanos; luego —muy pronto— llegaron jesuitas y dominicos. Todos ellos nos han dejado testimonios elocuentes del aprecio en que tenían a los indios y de la facilidad con la que éstos se convirtieron. Es comprensible: las religiones amerindias estaban muy vinculadas a su orden político y social autóctono; cuando se derrumbó, la gran mayoría de los indios aceptó la fe cristiana sin gran esfuerzo, máxime desde el momento en que eso garantizaba, por ley, ser tratado como un hombre libre. Hubo muchos indios que siguieron cultivando ciertas prácticas tradicionales, sobre todo de tipo curativo o ritual, y la Iglesia, con frecuencia, hacía la vista gorda. Es curioso descubrir que, en estos casos de prácticas curativas según ritos indígenas, a quien se castigaba no era al indio, sino al español que se sometía a ellas. Por ejemplo, en 1624 la Inquisición procesó a un tal Hernán Sánchez Ordiales, beneficiado de Coalcomán en Michoacán —un clérigo—, por «haberse curado con una india de sortilegios de hechicero».

La Inquisición, por supuesto, pasó a América, pero sus acciones no se dirigieron contra los indios, sino contra los mismos que la sufrían en Europa y que habían acudido al nuevo continente tratando de eludirla: los judíos —sobre todo, de origen portugués— y los protestantes, en general franceses u holandeses. Pero también contra cristianos viejos incursos en causas de blasfemia, clérigos de conducta escandalosa, etc.

Contra los indios actuó rarísimas veces. Uno de los casos más sonados fue el del cacique Don Carlos de Texcoco, hacia 1539, y la gravedad de la pena -la muerte- fue tan desmedida que escandalizó a la propia Inquisición. Fue precisamente este caso el que llevó a la Inquisición a prohibir expresamente que se hiciera nada contra los nativos. ¿Por qué? Porque eran «neófitos en la fe» y no tenía sentido exigirles ortodoxia. Y así lo estableció una instrucción del Santo Oficio firmada por don Carlos de Sigüenza: «Se os advierte que por virtud de nuestros poderes no habéis de proceder contra los indios del dicho vuestro distrito». O sea que la leyenda negra miente: la Inquisición prohibió perseguir a los indios.

Conclusiones

Esta es la realidad de la leyenda negra. No hubo genocidio en América: hubo una mortandad gigantesca por los virus que entraron en el continente; habrá casos de brutalidad y abusos de los españoles, pero no fueron la causa de la catástrofe demográfica, que por otra parte fue muy inferior a las cifras que habitualmente dan las terminales de lo políticamente correcto. Tampoco hubo esclavitud de indios en América: hubo un régimen de servidumbre muy duro, como el que había en Europa, que con ojos de hoy nos resulta intolerable; pero no hubo esclavitud. Ni la Inquisición, en fin, torturó a los indios: ella misma lo había prohibido. La leyenda negra española en América es falsa. No podemos evitar que otros la propaguen, pero los españoles debemos saber la verdad.
FUENTE: “Guía políticamente incorrecta de la civilización occidental”, adaptación española basada en: The Politically Incorrect Guide to Western Civilization. Anthony Esolen y José Javier Esparza Torres. Ciudadela Libros, S. L. Madrid (2009). ISBN: 978-84-96836-56-3.

lunes, 10 de octubre de 2011

Los demonios tienen poder - ¿Qué origina la influencia demoniaca extraordinaria en la vida de los hombres? - El poder del demonio es nada frente a Dios - María, la gran exorcista - ¿Exorcismo mayor? ¿Exorcismo menor? - ¿Por qué le temes a Juan Pablo II? - Bastarían los medios comunes de la gracia

Fuente: El Observador
Los demonios tienen poder
No pudiendo matarnos, tratan de hacernos sus secuaces. Su acción ordinaria es la tentación; la extraordinaria sólo ocurre en determinados casos, aunque va en notable aumento.

Dice el Apóstol san Juan que «el mundo entero yace bajo el poder del Maligno» (I Jn 5, 19). Luego entonces, el demonio es poderoso. Pero, ¿qué tanto?

El padre Gabriel Amorth, exorcista de la diócesis de Roma, explica: «Dios jamás reniega de sus criaturas. Por ello también Satanás y los ángeles rebeldes, aun cuando apartados de Dios, continúan conservando su poder, su rango (Tronos, Dominaciones, Principados, Potestades...), aunque es para el mal». No es que el Señor quiera que usen su poder para el mal, sino que ellos, porque libremente lo decidieron así, lo emplean de esa manera y de ninguna otra.

¿CONTRA QUIÉN?

El pleito de Satanás y demás ángeles rebeldes es con Dios; es a Él a quien rechazaron, a quien le dieron como respuesta un «no» absoluto e irreversible. Pero como contra Él nada pueden, al ser expulsados del Cielo (cfr. Ap 12, 7-9) se han dedicado a hacer la guerra contra «sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús» (Ap 12, 17).

Dice el padre Amorth que «no exagera san Agustín cuando afirma que si Satanás tuviese de Dios mano libre ‘ninguno de nosotros quedaría con vida’. No pudiendo matarnos, trata de hacernos sus secuaces».

ACCIÓN ORDINARIA

El modo ordinario de intervención demoniaca en la vida de los hombres es por medio de la tentación. Tan es así que en el Nuevo Testamento se le llama «el Tentador», como nombre propio (cfr. Mt 4, 3; I Tes 3, 5).

Esta acción va dirigida a toda persona humana a fin de hacerla pecar y alcanzar la condenación eterna.

Ha precisado el padre Hugo Valdemar, vocero de la arquidiócesis de México, que «los diputados y gobernantes se han vuelto un instrumento del Maligno al aprobar leyes que generan el desorden moral y lesionan a la sociedad (…) La denigración de la dignidad humana es manifestación de la presencia del Maligno, que se ve reflejado en leyes como el aborto y las uniones entre personas del mismo sexo».

ACCIÓN EXTRAORDINARIA

La acción extraordinaria del demonio, enseña el padre Amorth, Dios se la consiente «sólo en determinados casos». El presbítero italiano la clasifica en cinco modalidades:

1) SUFRIMIENTOS FÍSICOS:

Aquí se incluyen las experiencias desagradables que padecieron tantos santos, tales como ser literalmente flagelados, empujados o golpeados por demonios. «En estos casos nunca ha existido la influencia interna del demonio en las personas golpeadas y nunca ha habido necesidad de exorcismos».

2) POSESIÓN DIABÓLICA:

Es cuando uno o varios demonios toman el control del cuerpo (no del alma) de una persona haciéndola comportarse o hablar como él o ellos quieren, sin que la víctima se pueda resistir y, por tanto, sin tener responsabilidad moral. Es aquí donde se pueden advertir fenómenos espectaculares que ponen en evidencia el poder de los ángeles caídos: fuerza excepcional, hablar idiomas que el poseso nunca aprendió, revelar cosas ocultas, levitar, materializar objetos que «salen» de la boca de la víctima (clavos, alambres), etc.

3) VEJACIÓN DIABÓLICA:

Se trata de disturbios, enfermedades y otros males físicos de origen demoniaco. El Evangelio narra cómo Jesús sanó a un mudo (Lc 11, 14) y a una mujer encorvada (Lc 13, 10-16), ambos enfermos no por causas naturales sino por una clara vejación de origen demoniaco. Todas las desgracias de Job tuvieron igualmente este origen.

El padre Gabriele Nanni, de la diócesis de Roma, cuenta: «Recuerdo el caso de una joven... que tenía sufrimientos tan dolorosos en el intestino que era como si tuviera adentro trozos de vidrio que la cortaban. El demonio le impedía comer, ella deseaba ingerir alimentos pero inmediatamente devolvía todo; llegó un momento en que sólo lograba comer pan y beber agua, y al final ni siquiera eso».

4) OBSESIÓN DIABÓLICA:

«Son repentinos asaltos, tal vez continuos, de pensamientos obsesivos, y probablemente también racionalmente absurdos, pero a tal grado que la víctima no logra liberarse de ellos», define el padre Amorth.

5) INFESTACIÓN DIABÓLICA:

En ese caso la acción o presencia demoniaca se manifiesta en lugares (casas, oficinas, tiendas), objetos (autos, almohadas, muñecas) y animales.

¿MUCHOS O POCOS CASOS?

Cuando el padre Amorth habla de que «sólo en determinados casos» Dios permite que Satanás y sus demonios actúen de forma extraordinaria, no significa sin embargo que sea algo rarísimo; lo que sí afirma él y todos los exorcistas del mundo es que las verdaderas posesiones sí son escasas. En cambio, el padre Gabriel está de acuerdo con el exorcista francés Tonquédec, que afirmaba: «Hay un gran número de infelices que, aun cuando no presentan signos de posesión diabólica, recurren al ministerio del exorcista para que los libere de sus padecimientos: enfermedades crónicas, adversidades, desgracias de toda especie. Los endemoniados son muy raros, pero de estos infelices hay legiones».


Así llega

¿Qué origina la influencia demoniaca extraordinaria en la vida de los hombres?

Dice el presbítero Pedro Pantoja, exorcista de la arquidiócesis de México, que la mayoría de las víctimas fueron presa del demonio «por andar incursionando en lo que está de moda: esto de la new age, todo lo que es adivinación, astrología, espiritismo y todas las prácticas que se derivan de ahí. Es una manera de abrir las puertas al diablo, que siendo un pobre diablo se siente con poder al ver que hay personas que incursionan en sus terrenos».

Pero si de verdadera posesión se trata, explica el padre Amorth, «la mayor parte de la gente queda poseída después de haber participado en misas negras o ritos satánicos».

Ésta es la advertencia de otro exorcista, el sacerdote José Antonio Fortea, de la arquidiócesis de Madrid: «La ouija es una puerta abierta por la que el mundo demoníaco puede pegarse a nosotros, sin necesidad de llegar a poseer. Muchos saben que se sienten presencias en la habitación, aunque sea otro lugar donde se hizo espiritismo. Pero lo peor de todo, lo verdaderamente demoníaco es la santería afrocubana. Nunca, jamás, vaya nadie a un santero. La magia blanca, los conjuros, los hechizos también abren puertas para que el que los hace quede poseído».

Sin embargo, dice el padre Gabriel Amorth que en la causa más frecuente de los diversos trastornos de origen satánico «la víctima es inocente de culpa alguna», ya que la mayoría de los casos tuvieron su origen en un maleficio, usualmente bajo un hechizo. En tal caso el pecado es de quien lo hizo y de quien lo ordenó hacer.

Es un sinsentido que alguien que dice que cree en Cristo realice prácticas mágicas, adivinatorias o satánicas; pero, según reporta el padre Francisco López Sedano, M.Sp.S., coordinador emérito de los exorcistas de la arquidiócesis de México, en el país el 80% de los que se dicen cristianos —ya sean católicos o protestantes— practican o hacen que les practiquen limpias, lectura de cartas o de la mano, consulta de los horóscopos y otros modos de adivinación, uso de amuletos y talismanes (como cadenas de ajos en los negocios, o ropa interior roja y borregos detrás de la puerta en año nuevo, etc.), e infinidad de supersticiones.


«El Señor Jesús lo destruirá con el aliento de su boca» (II Tes 2, 8)

EL PODER DEL DEMONIO ES NADA FRENTE A DIOS

Por Diana R. García B.

Por mucho que el poder de Satanás nos apantalle, es nada frente al poder absoluto de Dios. Las Sagradas Escrituras anuncian que «el Señor Jesús lo destruirá con el aliento de su boca» (II Tes 2, 8), es decir, sin la menor fatiga divina, sin el más pequeño esfuerzo; tan sutilmente como con una tranquila espiración.

¿TEMOR AL DIABLO?

Quien vive en amistad con Dios, es decir, en estado de gracia, no tiene por qué temer a los ángeles caídos; por el contrario, son éstos los que han de temer a los amigos de Dios.

A santa Teresa de Ávila alguna vez la asaltaban y asustaban los demonios; pero cuando comprendió lo que significaba ser hija del Altísimo, las cosas cambiaron. Escribe la santa:

«Si este Señor [Jesucristo] es tan potente, como sé y veo; si los demonios no son sino sus esclavos, como la fe no me permite dudar, ¿qué mal me pueden hacer si yo soy la sierva de este Rey y Señor? Más aún, por qué no sentirme tan fuerte que puedo afrontar al Infierno entero? Tomaba en mano una cruz y me parecía que Dios me infundía valor. En breve espacio de tiempo me sentí tan transformada que no hubiera tenido temor de descender, luchar con todos y gritarles: ‘Vengan, vengan ahora, que siendo yo la sierva del Señor, quiero ver qué pueden hacerme’.

«Y parece que de verdad me temían porque permanecí tranquila. A partir de entonces aquellas angustias no me atormentaron más, ni tuve miedo a los demonios, y tan es así que cuando se me aparecían no sólo no tenía miedo, sino que me parece que ellos lo tenían de mí».

BATALLA CONSTANTE

Sin embargo los demonios, aunque parcialmente derrotados, continuaron tratando de «trabajar» contra santa Teresa, del mismo modo que siempre están y estarán tratando de «trabajar» contra toda persona humana, pues, como advierte san Pablo, «nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas, contra los espíritus del mal» (Ef 6, 12).

Contra Dios no tienen nada que hacer, pero contra nosotros sí. Si frente al Señor son nada, frente a nosotros sus poderes son ciertamente superiores, y nuestras propias fuerzas y armas, inútiles. De ahí la urgente recomendación: «Revístanse con la armadura de Dios, para que puedan resistir las insidias del demonio» (Ef 6, 11). Pues sólo con los medios que Dios ha dado a su Iglesia se «podrán apagar todas las flechas encendidas del Maligno» (Ef 6, 16).

La vida de la gracia es y será siempre la mejor cura y prevención contra los poderes del infierno, se trate de la simple tentación o de algo peor. Quien ora diariamente, frecuenta los sacramentos y los sacramentales, y confía plenamente en la Misericordia del Señor, está bajo su protección y no tiene nada que temer: Dios jamás abandona a un hijo fiel.

«El demonio es un ser poco temible.... Si ahora mismo se me apareciera aquí, o en la soledad de mi habitación, Satán, el más poderoso de los demonios, yo sólo tendría que decir ‘Jesús’ lleno de fe; el demonio no puede resistir esa palabra. Mucha gente me ha dicho después de salir de una sesión de exorcismo que al principio tenía mucho miedo; pero después que se ve que el demonio está ahí retorciéndose y aullando, y que es él el que está siendo torturado por las oraciones, se pasa el miedo y uno se dice: ‘¿Éste es el demonio? Es verdad: es bien poca cosa’. Así que yo a todos les animaría a no tener ningún miedo».
P. José Antonio Fortea

«La centralidad de Cristo nos dice que sólo en su Nombre podemos ser salvados. Y sólo en su Nombre podemos vencer y librarnos del enemigo de la salvación: Satanás.
A la conclusión de los exorcismos, cuando se trata de casos muy serios, los de la posesión diabólica total, suelo recitar el himno cristológico de la Carta a los Filipenses (2, 6-11). Cuando llego a las palabras ‘para que al Nombre de Jesús toda rodilla se doble en los Cielos, en la Tierra y en los abismos’, me arrodillo yo, se arrodillan los presentes y, siempre, el poseído también se ve obligado a arrodillarse. Es un momento impresionante y sugestivo».
P. Gabriel Amorth


María, la gran exorcista

En una ocasión la escritora conversa María Vallejo-Nágera entrevistó al presbítero Gabriel Amorth para un programa de televisión en España. Las revelaciones en cuanto a la Virgen María son maravillosas y sorprendentes:

«— Otra cosa incomprensible es cómo puede comulgar un poseído y que no se dé su liberación, siendo como es la Sagrada Forma, el Cuerpo vivo de Cristo. ¿Acaso no nos ha dicho la Iglesia que el demonio huye de Cristo como de la peste?

«—Es cierto. No se aleja el demonio cuando la persona comulga. Se queda ahí quieto, aunque supongo que tremendamente incómodo. A veces, durante un exorcismo, coloco sobre la cabeza del poseído una Forma consagrada y pregunto: ‘¿Sabes lo que tienes ahí?’. Y contesta: ‘Sí, está Él’, y ni se inmuta. Sin embargo, he descubierto algo curiosísimo: el demonio se descontrola en rabia desesperada cuando coloco algo que refleja la presencia de la Virgen, como un escapulario, o si rezo oraciones de la Virgen. ¡A María le tiene un odio impresionante! Entonces sí se revuelve, no lo puede soportar. ¡Huye como de la peste!

«— ¿Y eso por qué?

«—Porque se siente profundamente humillado. El saberse obligado a hincar la rodilla ante una mujer, la Madre de Cristo... ¡Ah! No puede con eso. Las oraciones a la Virgen durante un exorcismo son extraordinariamente poderosas a mi favor... También ocurre con las reliquias que han pertenecido a algunos santos. Yo suelo utilizarlas con mucha frecuencia, porque no las puede soportar. Suele salir despavorido por la misma razón: la humillación de la obediencia a la que le obliga Nuestro Señor, que le induce a doblegarse ante un ser humano, no ante un ángel o ante Dios mismo: ante un ser humano que ha sido santo».

Por su parte, el presbítero Gabriel Nanni, de visita en la nación mexicana durante un encuentro internacional de exorcistas, ha dicho que «México tiene una generala, una capitana que les protege». Mencionó que le ha tocado presenciar casos en los que la Virgen de Guadalupe aparece e intercede; por ejemplo, el de una joven poseída a causa de un rito de santería: «Invoqué a la Virgen con el ‘Dios te salve’, y ocurrió algo diferente de otros exorcismos. Ella, la Virgen de Guadalupe, se puso como intercesora, como exorcista, y liberó a esa persona del demonio que llevaba dentro. Todos los presentes sentimos la lucha que ahí se estaba librando». Pero «no importa cuán fuerte sea la fuerza del mal, la Virgen de Guadalupe tiene un poder mucho más grande».


¿Exorcismo mayor? ¿Exorcismo menor?

¿Cómo saber si hay algo maligno?

Suelen confundirse los desórdenes psiquiátricos y las influencias demoniacas. Sólo cuando hay manifestaciones preternaturales se puede estar bien seguro del origen maligno, como cuando el padre Fortea le preguntó a la madre de una posesa: «¿Por qué cuando su hija comenzó con su problema no la llevó al psiquiatra?». Ella contestó: «Porque yo estaba un día rezando el Rosario, mi hija entró en trance y de pronto un pesado sillón comenzó a elevarse en el aire». En los casos confusos hay que intensificar las prácticas cristianas; si hay mejora, el problema pudo ser de origen maligno; si no, es mental.

ALGUNAS ACLARACIONES PRÁCTICAS

La palabra exorcismo viene del latín exorcísmus, que a su vez se deriva del griego exorkismòs, muy ligado al termino exorkízein, que significa «evitar», «hacer salir de».

Dice el Catecismo de la Iglesia Católica: «Cuando la Iglesia pide públicamente y con autoridad, en nombre de Jesucristo, que una persona o un objeto sea protegido contra las asechanzas del Maligno y sustraída a su dominio, se habla de exorcismo. Jesús lo practicó (cfr. Mc 1,25 ss), de Él tiene la Iglesia el poder y el oficio de exorcizar» (n. 1673).

Para fines prácticos, se habla de «exorcismo mayor» cuando cumple la definición dada por el Catecismo. Debe ser realizado por los obispos, puesto que son los legítimos sucesores de los Apóstoles, y es a ellos a quienes Cristo dio el poder y la obligación de expulsar demonios. Si por alguna razón estuvieran realmente impedidos de hacerlo, tienen la obligación de delegar esta función a por lo menos un presbítero por diócesis.

El «exorcismo mayor» se hace mediante el uso del Ritual Romano —el del año 1614 o el de 1998, según lo decida el exorcista—, y requiere, si es que no lo realiza el obispo, su permiso expreso caso por caso.

En cambio, el «exorcismo menor» tiene lugar cuando el rito para expulsar al demonio se da a través de la oración privada, y en este sentido todo presbítero y también todo diácono, en cuanto que participan del sacerdocio ministerial de Cristo, pueden realizarlo. Aquí es posible emplear tanto oraciones deprecativas (súplicas a Dios para que libere a la víctima) o imperativas (órdenes al espíritu maligno para que se vaya), las cuales pueden ser espontáneas o escritas.

Hay una tercera modalidad de oración contra los espíritus malignos, la «oración de liberación». Este tipo de plegarias las puede realizar cualquier bautizado en virtud de que su eficacia radica en el sacerdocio común que recibió a través del Bautismo. Las oraciones son más bien de súplica a Dios para ser liberado uno mismo u otra persona de las influencias del Maligno. Pueden ser espontáneas y acompañarse con alabanzas al Señor y oración en lenguas, o también realizarse mediante oraciones escritas. El exorcista español José Antonio Fortea recomienda a cualquier persona que esté sufriendo en su cuerpo o su mente una influencia del demonio que va más allá de lo natural, decir cada día y varias veces esta oración:

«Señor, Dios todopoderoso, misericordioso y omnipotente, Padre, Hijo y Espíritu Santo, expulsa de mí toda influencia de los espíritus malignos.

«Padre, en el nombre de Cristo te pido que rompas toda cadena que los demonios tengan sobre mí. Derrama sobre mí la preciosísima sangre de tu Hijo. Que su sangre inmaculada y redentora quebrante toda atadura sobre mi cuerpo y mi mente.

«Todo esto te lo pido por intercesión de la Santísima Virgen María.

«San Miguel arcángel, intercede, ven en mi ayuda.

«En el nombre de Jesús ordeno a todo demonio que pueda tener alguna influencia sobre mí, que salga para siempre.

«Por su flagelación, por su corona de espinas, por su cruz, por su sangre, por su resurrección, ordeno a todo espíritu maligno que salga.

«Por el Dios verdadero, por el Dios santo, por el Dios que todo lo puede, te ordeno, demonio inmundo, que salgas en el nombre de Jesús, mi Salvador y Señor».


¿Por qué le temes a Juan Pablo II?

El padre Gabriel Amorth ha señalado que el ahora beato Juan Pablo II se ha convertido, en los últimos años, en un poderoso intercesor en la lucha contra el demonio.

Durante los exorcismos, contó el sacerdote, «le he preguntado al demonio más de una vez: “¿Por qué te da tanto miedo Juan Pablo II?”. Y he tenido dos respuestas distintas, ambas interesantes. La primera: “Porque desarmó mis planes”. Y creo que con eso se refiere a la caída del comunismo. La otra respuesta que el demonio me dio fue: “Porque arrebató a muchos jóvenes de mis manos”. Hay muchos jóvenes que, gracias a Juan Pablo II, se convirtieron».

Fuente: ACI


Bastarían los medios comunes de la gracia

Si bien la razón de la designación de los exorcistas en las diócesis es la de que realicen los llamados exorcismos mayores, los cuales sólo se autorizan en casos comprobados de posesión, éstos son muy raros; pero, al mismo tiempo, resulta que los sacerdotes exorcistas están sobrecargados de trabajo.

El padre Gabriel Amorth, el exorcista más famoso del mundo, ha realizado más de 75 mil «intervenciones» en su ministerio de liberación —él las llama hermosamente «bendiciones», y en realidad eso son—, pero calcula que cuando mucho un 10% correspondieron a casos de verdadera posesión.

Entonces, ¿por qué están tan ocupados? Responde: «Los exorcistas nos ocupamos de todos los casos en los que se reconoce influencia maléfica»; es decir, también ayudan a la gente en casos de vejaciones, opresiones y obsesiones diabólicas. Y como son, por desgracia, fenómenos en exponencial aumento, ellos tienen trabajo excesivo.

Sin embargo, como revela el propio presbítero italiano, para los casos en que no hay posesión «deberían bastar los medios comunes de la gracia: oración, sacramentos, limosna, el perdón de las ofensas, el recurso constante al Señor, a la Virgen, a los santos y a los ángeles». Por eso es aconsejable que los fieles, a la primera sospecha de que algo «extraño» sucede, se acerque con mucha mayor frecuencia y fervor a toda la gama de dones que Cristo ha entregado a su Iglesia. Las influencias demoniacas realmente pueden ser combatidas por estos sencillos medios, y en el caso de que todo fuera una «falsa alarma», de cualquier forma estos mismos medios son un verdadero blindaje contra posibles ataques del Enemigo.

El exorcismo mismo es un sacramental, pero muchos otros sacramentales tienen ya de por sí un gran poder sobre Satanás. «Muchas veces he podido constatar —cuenta el padre Gabriel— la eficacia de las medallas que la gente se pone con fe». Igualmente dice: «Quiero agregar la importancia protectora de las imágenes sagradas: en la puerta de una casa, en las recámaras, el comedor o en el lugar más usual donde se reúne la familia». También «podría tocarse con la mano la potencia del Rosario».

El exorcista revela que algunos demonios no soportan el agua bendita; otros, el incienso bendito; unos más, el canto gregoriano y la música sacra tocada con órgano. También es notable que se incomodan si se les sopla.

D.R.G.B.

martes, 27 de septiembre de 2011

La Economía Aconseja Terminar con el Aborto

Fuente: Popular Research Institute (www.lapop.org)

Steven W. Mosher

Muchos grupos pro vida están acostumbrados a construir cierto tipo de argumentos para convencer a otros actores políticos de lo acertado de nuestras propuestas. Entre ellos están los de tipo moral acerca de la santidad de la vida humana creada a imagen de Dios, o argumentos de tipo biológico partiendo del hecho innegable de que la vida humana comienza en la concepción y en sus distintas etapas se puede reconocer que siempre se trata de un ser humano. Incluso los argumentos en contra del aborto se han sofisticado mucho, tomando como base la creciente evidencia de que el aborto provoca daños tanto físicos como psicológicos en las madres.

Todos estos argumentos son válidos, pero solamente han sumado a la causa a aquellos que tienen una mentalidad parecida a la nuestra. Es hora que en Estados Unidos y en Europa hablemos de la crisis demográfica que ahora enfrentamos: la implosión demográfica.

No propongo que recreemos, en sentido inverso, la histeria de la explosión demográfica que conmocionó al mundo en décadas pasadas. Sugiero que enfrentemos serena y metódicamente las consecuencias de la implosión demográfica que serán globales y muy serias. Al igual que el mito de la sobrepoblación dio un impulso considerable a la adopción de la anticoncepción, esterilización y el aborto en todo el mundo, la realidad de una población envejecida y moribunda debería tener el efecto contrario. Las personas que no son naturalmente afines a nuestro punto de vista deberían entender que se trata de una absurda destrucción del capital humano, más allá de lo que moralmente el aborto pueda ser para ellas.

El gran Julian Simon nos dejó esta herencia al desarrollar argumentos económicos acerca del beneficio del crecimiento poblacional. Hablando en términos del costo-beneficio del crecimiento o decrecimiento de la población podríamos influenciar sectores sociales a los que no los mueven los argumentos morales, tales como los grupos de pensamiento liberal o de humanismo ateo.

Casi todos estamos preocupados por la inestabilidad de la economía de nuestros países, excepto quizás la diminuta minoría radical de los ambientalistas que ven a la humanidad como el flagelo del planeta. Sabemos que la actual depresión mundial y la angustia común que sufrimos están claramente ligadas a la demografía. Sin embargo, necesitamos mejorar nuestra manera de comunicárselo al mundo.

Los problemas económicos de hoy se hubieran visto muy reducidos o incluso hubieran desaparecido del todo si contáramos con esas decenas de millones de jóvenes que nunca nacieron.

La vida da vueltas y los problemas actuales no son causados por el hecho de que haya demasiados jóvenes sino precisamente por la falta de ellos.

Permítanme ilustrar el punto con algunos argumentos de este tipo. He escogido 4 países: China, Japón, Estados Unidos y España.

China

En estos últimos años, me han preguntado muchas veces cuál es el número aproximado de vidas que se han perdido como resultado de la política de un solo hijo. Dado que esta política se ha mantenido 30 años y que cada año el gobierno obliga a abortar de 10 a 15 millones de mujeres, el total de niños por nacer cuyas vidas han sido sacrificadas es alrededor de 300 a 450 millones. Es imposible ser más preciso, porque el partido comunista chino guarda celosamente el secreto en temas tan políticamente sensibles.

Ahora, gracias al congresista Tim Huelskamp, pro vida y republicano por el estado de Kansas, tenemos la perturbadora confirmación de tales cifras de boca de un alto funcionario del gobierno chino.

Durante una reunión con los miembros del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el congresista Huelskamp hizo unas preguntas a Gao Qiang, quien sirviera por dos años como Secretario del Partido del Ministerio de Salud de la República Popular China, acerca de la política del control de la población.

Por medio de un intérprete, el Secretario del partido Gao respondió que la población de China tiene 400 millones de personas menos porque el partido aplicó drásticamente la política de un solo hijo. Se atrevió a decir que China evitó más nacimientos que toda la población de Estados Unidos que actualmente está por los 312 millones.

“Me perturbó escuchar al funcionario chino admitir la cantidad de personas que se habían perdido como resultado de la política nacional de control de la población”, como señaló después el congresista Huelskamp. “”El hecho de que esta política resultara en la pérdida de más personas que toda la población de Estados Unidos es muy elocuente y gráfica. Pensemos en las consecuencias demográficas de esto, particularmente en el hecho de que un desproporcionado número de estos abortos son de niñas. Aún cuando esta política termine el día de hoy, el impacto se sentirá en los años venideros”.

Que este alto funcionario chino continuara persuadiéndonos de lo “exitoso” que ha sido la brutal política de control poblacional en eliminar personas revela el absoluto desprecio por los estándares internacionales de derechos humanos. Después de todo, estas cifras se alcanzaron forzando a las mujeres jóvenes a abortar, algunas en los meses finales de su gestación, un acto que fue declarado como crimen de lesa humanidad por el Tribunal de Nuremberg.
También revela una desconexión total con la realidad demográfica que ellos mismos han creado, por ejemplo, un creciente envejecimiento de la población que ahora es desproporcionadamente masculina. Gracias a la descabellada campaña de planificación familiar, China es un país donde las niñas por nacer son selectivamente abortadas, donde los varones jóvenes no pueden encontrar novias y donde jovencitas son traficadas en sus fronteras para suplir esta necesidad.
Entonces sí hay implicaciones económicas.

Hay un libro publicado en la década de los 20´s escrito por un economista norteamericano, Carl Crook, llamado “400 Millones de Clientes”. El vio a China en ese entonces como un gigantesco mercado virgen, ¡tal como lo ve como muchas personas lo ven ahora!

Este libro fue lo primero que se me vino a la mente cuando supe que el Secretario del partido Gao estuvo ufanándose acerca de la reducción del crecimiento de la población de China en 400 millones en los últimos 30 años.

Pensemos acerca del impresionante desempeño económico de China. El crecimiento anual del Producto Bruto Interno en las últimas 3 décadas es cerca del 10% desde que el Partido Comunista dejó de tratar de controlar toda actividad económica. Pensemos en el tremendo trabajo de formación ética de la gente en China realizado por la dedicación de los padres a educar a sus hijos. Pensemos en la escasez de fuerza laboral que viene produciéndose en todo el país por la política de un solo hijo y por la cual muchas fábricas no pueden reclutar suficientes trabajadores.

Pensemos en todas estas cosas y luego preguntémonos: ¿Realmente China está mejor porque sus líderes decidieron eliminar a 400 millones de las más inteligentes, más trabajadoras y más emprendedoras personas que el mundo haya visto?

¿Es que el Partido Comunista ha perdido su colectiva forma de pensar? El hecho es que ha eliminado a 400 millones de clientes.

Japón

No hace mucho di una entrevista para una cadena de TV norteamericana en la cual señalé que Japón estaba sufriendo las 4Ds: Depresión, Deuda y Declinación Demográfica y que la última era consecuencia de las dos primeras.

Década y media antes, el boom de la economía japonesa parecía imparable. La industria florecía bajo la tutela de los planes de Visión de Largo Alcance implementados por la élite de burócratas del Ministerio de Comercio Internacional e Industria. Los asalariados, nombre con el que se conocía a la clase media japonesa, trabajaban sus acostumbradas 70 horas a la semana. La economía crecía consistentemente de 4 a 5% al año y la balanza comercial de Japón con Estados Unidos iba directo a superar la marca de los 100 mil millones de dólares.

No pasó mucho tiempo para que la economía japonesa se estrellara con la pared demográfica. El crecimiento económico se detuvo, promediando un anémico 1% de crecimiento anual en la mayor parte de los 90s. Durante la crisis económica asiática de 1998, el Producto Bruto Interno decayó en 2.8%. Sin llegar nunca a ser la primera potencia económica mundial, el Sol Naciente se deslizó hasta el cuarto lugar detrás de la Unión Europea y China.

Lo que pasó en los 90s fue la amenaza amarilla se volvió sosegadamente gris. En las últimas 4 décadas, los japoneses han estado teniendo muy pocos Mikis y Yosukus para reemplazarse a sí mismos. Las tasas de fertilidad de los japoneses comenzaron a caer debajo del reemplazo cerca de los 60s. Después de fluctuar por los 2.0 hijos por mujer en los siguientes 15 años, comenzó a caer de nuevo en 1975. En los 90s había alcanzado los 1.57, haciendo que los periodistas japoneses acuñaran el término “el shock de los 1.57”. Otros shocks sobrevinieron en intervalos similares: “1.53 shock” en 1992, “1.47 shock” en 1993, y el “1.38 shock” en 1998. A partir de allí la fertilidad se ha mantenido por debajo de 1.4 hijos por mujer. La decisión voluntaria de no tener niños en los japoneses superó incluso la reducción forzada de la población que aplicaron en China con la política de un solo hijo.

Esta prolongada escasez de nacimientos en Japón ha provocado lo que Yamada Masahiro de la Universidad Gakugei ha llamado la primera “recesión por baja natalidad” a nivel mundial. Con cifras menores en las cohortes de nuevos trabajadores, los asalariados cada año son menos y se han puesto más viejos. La crisis de la implosión demográfica ha forzado a Japón a reducir las pensiones y a subir la edad de jubilación de 60 a 65 años para mantener a flote los fondos de pensiones. Según la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, para el 2040, el aumento de la ratio de dependencia de los jubilados sobre los trabajadores jóvenes podrá reducir el crecimiento de las condiciones de vida en Japón en ¾ de puntos porcentuales por año, disminuyendo el PBI de Japón en 23% para la mitad del siglo. Japón está sufriendo las 4Ds: Depresión, Deuda y Declinación Demográfica y la última es consecuencia de las dos primeras.
Japón está en la antesala de una catástrofe demográfica. La población de Japón de 127 millones ha dejado de crecer y, si las tasas de natalidad continúan en niveles bajos, empezará muy pronto a descender de forma alarmante. Según los estimados de Naciones Unidas, para el 2050, Japón tendrá 35 millones de personas menos que las que tiene ahora. Los 92 millones de japoneses que queden tendrán una media de 54 años de edad y aquellos entre 75 a 80 años serán la cohorte de 5 años más numerosa. El ratio de trabajadores de 20 a 65 años en relación a los jubilados habrá caído hasta ser casi uno a uno. Para ese momento, salvo que haya un aumento impresionante de la fertilidad, el colapso demográfico de Japón está asegurado: las proyecciones muestran muy pocas mujeres en edad reproductiva de modo que la declinación demográfica se acelerará inevitablemente. Una calamidad demográfica, como una explosión, seguirá en progresión geométrica.

Frente a los reportes que señalaban que la fertilidad total de 2006 había caído a 1.25, el Primer Ministro japonés, Shinzo Abe, anunció el 26 de Enero del 2007 que “implementaría una estrategia a gran escala para revertir las tasa de natalidad decrecientes”. Se ha formado un “Consejo Estratégico para Estudiar Medidas para Promover Niños y Familias” con instrucciones de difundir maneras de promover más nacimientos que vayan contra los estándares actuales, bastante ineficientes. Todavía no se ha visto que alguna sociedad post moderna, inclusive la japonesa, pueda revivir ante una lánguida tasa de natalidad.

El tsunami del envejecimiento que está a punto de azotar Japón no dejará ilesos a otros países Asiáticos. Los 4 tigres asiáticos: Taiwán, Hong Kong, Corea del Sur y Singapur ya vieron pasar su momento privilegiado. China e India, los dos gigantes demográficos de antaño, tambalean un poco más atrás.

Todos estos países legalizaron el aborto y todos están muriendo.

España

¿Cómo podría España terminar con el aborto y levantar sus tasas de natalidad? Tengo 3 sugerencias que hacerles:

La primera, la Constitución Española debería ser modificada para proteger la vida desde la concepción. Sólo con este paso, cuestionando la moralidad y legalidad del aborto, podría asegurarse un saludable incremento en las tasas de natalidad. Es difícil estimar con precisión qué tanto incremento puede producir tal medida. Pero vale la pena notar que los países latinoamericanos tienen constituciones que en su mayor parte protegen la vida desde la concepción. Esta es una de las razones por las cuales sus tasas de natalidad están en el nivel del reemplazo.

No pretendo de ninguna manera subestimar las dificultades políticas que esto representa. Sobre todo, porque nosotros los estadounidenses no hemos podido aprobar la enmienda a favor de la vida en nuestra Constitución a pesar de 40 años de esfuerzos concertados. Todavía nuestro documento fundacional es particularmente difícil de enmendar, razón por la cual solo ha tenido 25 enmiendas en sus 240 años de existencia.

Sin embargo, nos viene un ejemplo de la misma Europa que muestra que esto es posible. Los húngaros cuya situación demográfica casi refleja la de España, recientemente aprobó una nueva Constitución que protege la vida desde la concepción. Si Hungría pudo, España podría también.

La segunda, los libros de texto escolares deberían poner énfasis en que los seres humanos son el recurso más valioso. El valor del capital humano es ampliamente comprendido por los economistas, pero es frecuentemente menospreciado por los científicos sociales o biólogos. Por esta razón en los Estados Unidos encontramos textos que aún continúan impulsando la gastada idea de que el mundo está superpoblado.

Los libros de texto escolares en Estados Unidos a menudo reflejan una mentalidad antinatalista. Muchos norteamericanos hemos crecido con la ponzoñosa dieta de la propaganda de la sobrepoblación. En las clases de biología de nivel secundario nos expusieron a escenarios de “botes salvavidas” donde teníamos que decidir a quien botábamos por la borda para evitar que todos muramos. Nos obligaron a leer el libro de Paul Ehrlich “La Bomba Demográfica” en la secundaria, el cual comienza con la tonada lúgubre de “la batalla por dar de comer a la humanidad ya terminó”, y concluye en la defensa de abandonar a continentes enteros a la hambruna y a la muerte para “extirpar el cáncer (del crecimiento poblacional)”.

Nos hicieron leer los discursos del ex Vice presidente Al Gore, quien nos alertó de un “holocausto ambiental sin precedentes”, un “agujero negro” como solía decir, que nos engulliría si no dejábamos de tener hijos. De esta y de una miríada de formas fuimos atragantados (y muchos se la tragaron completita) con la desagradable teoría de que había mucha gente, así como con su más terrible corolario de que era necesario practicar actos inhumanos para salvar a la humanidad, o alguna fracción de ésta.

Pero ahora vemos que la sobrepoblación es, como ha señalado la economista Jackeline Kasun, un falso dogma. Las decrecientes tasa de fertilidad en España, Europa y por doquier han demostrado que nuestro problema a largo plazo no son demasiados niños sino muy pocos. Ahora se entiende que lo socialmente responsable ante esta temible calamidad es tener niños. Los escolares deberían ser educados a ver a la gente no sólo como consumidores sino como productores. Los jóvenes son la clave de la prosperidad nacional.

Tercero, las parejas jóvenes deberían ser protegidas en materia tributaria. Como la mayoría de los norteamericanos no soy un fan de los subsidios porque esto genera dependencia del gobierno. En vez de eso, sugeriría que las parejas jóvenes podrían ser exceptuadas de impuestos.

Una razón que Estados Unidos ha aplicado para evitar caer en la trampa geriátrica que ha empezado a devorar poblaciones de todo el mundo desarrollado. Las tasas de natalidad, que han caído por debajo de 2.1 después de la legalización del aborto en 1973, se han levantado a niveles de reemplazo en los años recientes. Esta relativa alza en la fertilidad se debe en parte a las generosas excepciones que las parejas con hijos han gozado desde la mitad de la década de los 90s.

Cada niño nacido en el 2011 califica a sus padres a una reducción adicional de 4,650 dólares contra su ingreso y un crédito fiscal de 1,000 dólares adicionales contra su obligación tributaria. La feliz consecuencia es que una pareja norteamericana joven de ingresos modestos con dos o más hijos virtualmente no paga impuestos.

La actual política norteamericana no ha ido lo suficientemente lejos, por supuesto. Y España obviamente necesita darle a las parejas incentivos más potentes que los que aplica Estados Unidos, dado que están en una situación más grave y el tiempo sigue corriendo.

En aquellos países que mueren por falta de personas, el recurso humano más valioso es concentrar sus esfuerzos en aquellas parejas que estén dispuestas a casarse y a tener tres hijos o más. De hecho, todos estos países son los más desarrollados y los que están a punto de cometer un suicidio colectivo.

La idea de que una política pública puede ser diseñada para asegurar que todos se sustituyan a sí mismos es una utopía. El ciudadano urbano promedio está demasiado enamorado del sexo, de la ciudad y de la vida de soltero como para considerar seriamente el matrimonio, y mucho menos tener hijos. Sin embargo, siempre hay en cada país una minoría que rechaza la moral predominante y todavía abraza la idea del matrimonio y de la familia.

Las políticas públicas deberían tratar a esas parejas como un tesoro nacional, y deberían colmarlos de beneficios. Ellos están promoviendo el futuro de España en la forma más fundamental y directa, proveyendo a su nación de las futuras generaciones. Deberían ser protegidos de las intervenciones estatales. Sus impuestos deberían de ser reducidos a la tercera parte por cada niño que nazca, y no deberían pagar impuestos después del tercer hijo.

Obviamente, hay otras cosas que se pueden hacer y deberían llevarse a cabo. Pero las tres que acabo de mencionar proporcionarían la base a una sociedad que valore la vida humana desde la concepción, que reconozca la contribución que el recurso humano hace al desarrollo económico, y que fomente en las parejas jóvenes que estén abiertas a la vida el deseo de repoblar el país.

Allí donde se adopte cualquiera de estas políticas públicas, las tasas de natalidad se incrementarán significativamente. De adoptarse las tres, confío en que las tasas de natalidad de España regresarían al nivel de reemplazo en una década y se estabilizarían por encima de ese nivel. De esa manera, el futuro de España como nación estaría asegurado.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Apuradas por matar niños

Fuente: Population Research Institute www.lapop.org

En Junio reportamos la conferencia de prensa en la que grupos feministas denunciaban las esterilizaciones forzadas del gobierno de Alberto Fujimori, 4 días antes de las elecciones. (Ver video para que las escuchen de propia voz) En esa ocasión dijimos y -lo reiteramos ahora – que, estas mismas llamadas “defensoras de los derechos de las mujeres”, eran socias del gobierno fujimorista en sus programas de planificación familiar y salud reproductiva. El programa se llamó Reprosalud, recibió 25 millones de dólares de la agencia de cooperación internacional de Estados Unidos (USAID) con magníficos sueldos para muchas de estas señoras ahora “denunciantes”. El contingente de empleados del Movimiento Manuela Ramos a cargo del referido proyecto creció de 40 personas a más de 250 a tiempo completo.

Para mala suerte de ellas, PRI (Population Research Institute) recuerda muy bien. PRI organizó un equipo de especialistas y de trabajo de campo y contribuyó decisivamente a esas primeras denuncias. PRI presentó los testimonios y las evidencias documentarias al Congreso de Estados Unidos. No fueron ellas las que denunciaron los abusos, fue la Iglesia Católica, principalmente el Cardenal Juan Luis Cipriani y Monseñor Luis Bambarén, acompañados por un grupo de laicos entre los que destacó Rafael Rey. Las feministas que hoy hacen las denuncias se quedaron calladas entre 1996 y 1997 mientras 300,000 mujeres pobres eran esterilizadas para no morder las manos que las alimentaban (o mejor dicho, las cebaban).

Por eso hoy, no les creemos cuando hablan de “derechos de las mujeres”: Se quedaron calladas mientras miles de mujeres peruanas eran presionadas para esterilizarse a cambio de alimentos o servicios de salud, engañadas por la información sesgada que les daba personal médico con cuotas de esterilizaciones, y algunas de ellas sacadas literalmente de sus casas al susto, a la fuerza. Y en un acto de desvergüenza total, incluso hoy, se atreven a acusar a quienes en esos años verdaderamente defendieron a las mujeres pobres de los sitios más alejados del Perú. ¡Qué poca vergüenza!

En base a estas denuncias con la cual colaboró el PRI en 1998 se produjeron dos cosas. La primera, es que toda la cooperación de Estados Unidos se detuvo (única forma de detener la férrea voluntad antinatalista de Fujimori). La segunda, es que estas señoras se quedaron sin sus sueldos en dólares.

Ahí fue que recién “se colgaron” a las denuncias de esterilizaciones. Claro, tuvieron un momento de confusión. Más confusas las que recibían más, menos confusas las que no estaban en el centro de la repartija en Reprosalud. Para que no quede dudas de las motivaciones, todos y cada uno de los dólares de Reprosalud fue usado mucho tiempo después que se hicieran conocer los abusos en nombre de la “salud reproductiva”. Me imagino a muchas de ellas yendo a escondidas al banco a cobrar el dinero producido por las acciones políticas de quienes denunciaban públicamente. ¿Esquizofrenia? No, de ninguna manera. Total coherencia con su bolsillo.

Una feminista cuenta la historia

Dado que el PRI podría ser acusado de tener cierta antipatía hacia estos grupos feministas que promueven el aborto, citamos el libro de una feminista que cuenta la historia de esos años: Maruja Barrig en su libro “Persistencia de la Memoria. Feminismo y Estado en el Perú de los 90” donde se ofrece detalles de cuál fue la actitud de las organizaciones feministas frente a las esterilizaciones del gobierno de Fujimori. El libro está accesible en internet aquí:

Tres citas me parecen memorables para describir el talante “ideológico” de estas señoras que formaron la llamada “Mesa Tripartita” (gobierno, cooperación internacional y ONGs feministas) para llevar adelante la política antinatalista de Fujimori:

a. Barrig señala: ““Una de las cosas que ha limitado la capacidad de la Mesa para intervenir con oportunidad, como en el caso de las AQV, es justamente su composición, porque es muy difícil ponerse de acuerdo allí adentro, la impresión es de que nadie quiere “pisar los callos” de nadie” (pág. 15)

b. También reseña que “el 5 de Febrero de 1999, casi dos años después de constituirse, se publica un comunicado de la Mesa Tripartita sobre la aplicación del AQV, donde se opina que la información de que en el Perú se aplica un Programa de Esterilización” (pág. 30).

c. El Presidente Alberto Fujimori, citado por Barrig, señaló que “aunque parezca difícil de creer, algunas organizaciones no gubernamentales que probablemente no tuvieron la participación presupuestal que esperaban, se sumaron a la campaña de algunos medios de comunicación y sectores políticos que, traicionando sus principios, actuaron en contra de los programas de salud reproductiva”. (Pág. 34).

No es, pues, amor al chancho sino a los chicharrones

En Junio también dijimos que su “denuncia” (4 días antes de las elecciones) era la búsqueda de otro chancho para otros chicharrones. Dijeron esa vez, que no era parte de la campaña de la candidatura de Humala, insultando así la inteligencia del electorado que tiene memoria política. Y claro, confiando en la mala memoria de los demás.
Parece que en el inicio de este nuevo gobierno a algunas de ellas les ha resultado el jueguito que ya conocen y están bien colocadas en algunos puestos dotados de jugosos sueldos. Mencionamos solo algunas.

Ministerio de la Mujer (bajo las alas protectoras de Mocha):

Viceministra: Rocío Villanueva Flores, vinculada a Manuela Ramos y ex Adjunta para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo.
Jefa del Gabinete de Asesores: Diana Miloslavich Túpac, Coordinadora del Programa Participación Política y Descentralización del Centro Flora Tristán.
Directora General de la Dirección General de la Mujer: María Ysabel Cedano, abogada, miembro de Lesbianas Feministas Independientes Socialistas de Lima (LIFS), ex directora de la ONG Estudio para la Defensa de los Derechos de la Mujer (DEMUS) y coordinadora del Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM).

Ministerio de Salud:

Asesora de Viceministro de Salud: Susana Chávez, directora de PROMSEX, Coordinadora de la Red para América Latina y el Caribe de International Consortium for Medical Abortion – ICMA (Consorcio Internacional para el Aborto con Medicamentos). En América Latina esta organización cambia su nombre a CLACAI, Consorcio Latinoamericano contra el Aborto Inseguro, donde Chávez figura como secretaria Ejecutiva para América Latina. La finalidad de ICMA y CLACAI es la misma: promover el aborto con el uso del fármaco misoprostol evadiendo las leyes..

Ministerio de Educación:

Directora de Capacitación Docente: Eliana Cano, Presidenta de las llamadas “Católicas por el Derecho a Decidir” con un sueldo mensual de 15,000 nuevos soles (algo más de 5,500 dólares)
¿Faltará beneficiar a alguna de las organizaciones abortistas en el Perú? Preocupación que deben tener estas señoras para no “pisarse los callos” y volver a dividirse. Por ahora todas están unidas detrás de Mocha y su propuesta del llamado “protocolo de aborto terapéutico”. Seguramente porque ahí es donde ahora está el dinero.

Steve Mosher es el Presidente del Instituto de Investigación en Población (Population Research Institute), una organización sin fines de lucro dedicada a desmontar la falacia de la sobrepoblación en el mundo.
(c) 2007 Population Research Institute.

Para suscribirse a la versión en español del Informe Semanal del PRI envíe un correo electrónico a: boletin@lapop.org

El Instituto de Investigación en Población (Population Research Institute) está dedicado a terminar con los abusos contra los derechos humanos cometidos en nombre de la planificación familiar y acabar con los contraproducentes paradigmas sociales y económicos derivados de la falacia de la "sobrepoblación".

En América Latina puede contactarse con:

Carlos Polo Samaniego
Director de la Oficina de América Latina
Correo Electrónico: carlospolo@lapop.org
Teléfono: (511) 4365835

martes, 20 de septiembre de 2011

Diario La República arremete contra Cardenal Cipriani y pro-vidas en Perú

El diario peruano La República publicó el domingo 18 de septiembre un ataque contra el Cardenal Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima, y los ciudadanos que como él se oponen a todo tipo de aborto, tildándolos de extremistas y "ultraconservadores".

En el suplemento "Dominical", el diario de izquierda, afín al gobierno del Presidente Ollanta Humala, publicó la nota "La última cruzada del cardenal Cipriani", firmada por Oscar Miranda, en la que se critica que el Purpurado opine en el tema del aborto o cuestione a la ministra de la Mujer, Aida García-Naranjo, por promover el protocolo del aborto terapéutico, un documento que en la práctica permitiría el aborto a pedido en Perú.

La nota de La República utiliza insistentemente el calificativo de "ultraconservador" para referirse a las personas que defienden la vida desde la concepción, sin reparar en que el derecho a la vida está consagrado en el artículo primero de la Constitución Política del Perú y que el aborto es un delito en el país.

En su afán por presentar como extremistas a quienes se oponen al aborto, la nota de Miranda arremete contra iniciativas como PeruDefiendelaVida.com, que ha denunciado sistemáticamente la presencia de activistas abortistas en puestos clave del Ministerio de Salud y del Ministerio de la Mujer bajo la administración del gobierno de Humala.

ACI Prensa en el blanco

La nota también menciona el trabajo periodístico de ACI Prensa y pretende hacer creer a los lectores que la agencia forma parte de una campaña de hostilidad contra funcionarias como la feminista Susana Chávez, asesora del Despacho Viceministerial de Salud, cuya renuncia al cargo fue exigida por organizaciones pro-vida debido a su conocida promoción del aborto.

Con el subtítulo de "Funcionaria aterrada", la nota culpa a ACI Prensa del malestar de Chávez por los cuestionamientos y define a la agencia como la "donde se publican las noticias sobre los ultraconservadores que hacen campaña contra los ‘pro aborto’".

"Cuando Domingo contactó a Chávez, el miércoles, ella confesó que estaba ‘aterrada’ por la campaña en su contra. ‘Me han llamado tres veces los de ACI Prensa’, contó, en referencia a la ultraconservadora agencia de noticias católica. Acto seguido, explicó que no estaba prestando declaraciones a los medios y colgó", afirma la nota.

Lo curioso es que –como consta en este video http://www.youtube.com/watch?v=c7hDA5HG_vI&feature=channel_video_title – ACI Prensa intentó comunicarse con Chávez para que ejerciera su derecho a réplica luego del plantón que el viernes 9 de septiembre exigió su salida del Ministerio por tratarse de una de las principales promotoras del aborto en el Perú.

ACI Prensa fue siempre respetuosa con Chávez y solo encontró rechazo. En la primera llamada telefónica del martes 13 de septiembre, Chávez dijo que no podía declarar porque se encontraba conduciendo su vehículo.

Cuando la periodista de ACI Prensa llamó al día siguiente –miércoles 14– en la mañana, la funcionaria no dejó a la periodista explicar la razón de la llamada y colgó el teléfono tras decirle "no sé para qué me llama, no puedo dar ninguna declaración".

Esa tarde, la periodista llamó por tercera y última vez a Chávez para saber si no podía dar declaraciones a ACI Prensa o a ningún otro medio. Esta vez, sin ocultar su molestia y sin precisar su respuesta, Chávez le dijo: "Señorita, no voy a contestar nada".

Mientras a ACI Prensa, Chávez no contestó pregunta alguna, ese mismo día conversó con La República para, como asegura Miranda, declararse "aterrada" y dar cuenta de las llamadas de la agencia.

El periodista de La República, en consistencia con la línea editorial de este medio, dedica alabanzas a Promsex, organización abortista que fue dirigida por Chávez, y la considera "una de las más conocidas promotoras de los derechos sexuales y reproductivos" que "ha sido declarada por la extrema derecha católica como su mayor enemiga".

Al mismo tiempo sale en defensa de otras feministas abortistas que "ahora desempeñan cargos de gran responsabilidad en el Mimdes: Rocío Villanueva, ex abogada del Movimiento Manuela Ramos, hoy viceministra; Diana Miloslavich, ex directiva de Flora Tristán, hoy jefa del gabinete de asesores; y María Ysabel Cedano, ex directora de Demus, hoy directora general de ese portafolio".

Miranda recordó que el tema del aborto "es un compromiso que figura en el Plan de Gobierno de Gana Perú", del Presidente Humala.

Para leer la nota completa de La República, ingrese a http://www.larepublica.pe/18-09-2011/la-ultima-cruzada-del-cardenal-cipriani

Fuente Aciprensa http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=34738