A la unión legal de un hombre con una mujer (sexos
diferentes) se le llama matrimonio. Los contrayentes adquieren la condición de
familia y de esta manera perpetúan la especie humana por medio de la
procreación.
Es pues la familia, la célula básica y el soporte vital de
nuestra sociedad. La palabra matrimonio viene del latín matrimonium, que en su
esencia quiere decir o significa: oficio ó condición de la mujer (Madre). Está
claro que el oficio o condición femenina se fundamenta en la posesión de matriz.
La matriz (útero) es un órgano reproductor muy especializado en los mamíferos y
con el que la mujer procrea.
Por lo tanto, la unión de dos hombres (con sexos iguales y
que no pueden procrear entre sí) nunca puede ser Matrimonio por rotunda
imposibilidad física y biológica, ya que ninguno de los dos contrayentes posee
matriz.
La posesión de la matriz, es pues el condicionante
fundamental que se da para que pueda constituirse un verdadero matrimonio,
desde el punto de vista físico, biológico y etimológico.
Es pues necesario inventar una palabra que aclare y diferencie
esta diversidad, pues actualmente no existe ninguna en el Diccionario. De esta
manera se solucionara y resolverá para siempre la actual situación
extremadamente conflictiva que estamos viviendo. Se puede llamar
"gaymonio" a la unión de personas varones y que naturalmente no
poseen matriz.
"Gaymonio" sería una expresión, para mi muy
adecuada, a la nueva situación legal de estas parejas masculinas. En el caso de
ser dos mujeres (con matrices, pero que no logran realizar su condición de
posibles madres, al no poder fertilizar sus matrices entre sí) se podría llamar
"lesbimonio".
Y ya nadie, se vería ofendido por llamar matrimonio a lo que
hablando con propiedad, nunca ha sido, es, ni puede ser.
El principio de no contradicción de Aristóteles dice
claramente: una cosa no puede ser y no ser al mismo tiempo lo que es. Y el matrimonio,
no puede ser al mismo tiempo clara y rotundamente lo que no es.
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